viernes, 24 de abril de 2009

¿El buscador de setas… nace o se hace?

Por una parte se nace siendo buscador de setas, en tanto que, en la mayoría de casos es una afición transmitida de generación en generación, por lo menos hasta hace pocos años.
A mí me enseñó mi abuelo, dicen que desde que sé caminar voy buscando los preciados frutos que, tras unas lluvias y temperaturas adecuadas, nos brinda la madre naturaleza, estimulando partes de nuestro cerebro que deben andar muy profundas a juzgar por la intensidad de la llamada y las emociones que nos provoca. Dicho esto, ya se sabe que los recuerdos son caprichosos y el más antiguo que poseo es resbalar y meter el pie en un pequeño cesto de mimbre lleno de rovellones (níscalos), ¡ya apuntaba cualidades como patoso!

Por otra parte el buscador se hace a sí mismo. Como amante del medio natural y como ser ávido de conocimiento investiga, teoriza, hipotetiza y comprueba constantemente a pie de campo. Y no quiero decir con esto que para ser “boletaire” haga falta tener una estantería completa de libros sobre micología, no no no!!! Sobretodo porque muchas veces la teoría y la práctica desgraciada o afortunadamente no van de la mano. Hablo de ese mal llamado “instinto” que nos lleva a decir (ya sea por ensayo-error o por procesos lógicos más complejos) que aquel rinconcito de allí será bueno en tal época, o que aquella especie es mejor buscarla en zonas sombrías. Y es aquí donde las nuevas tecnologías suponen un avance cualitativo y cuantitativo de información útil para el buscador de setas. No sé si soy mejor setero que hace cinco años, o que cuando metí la zarpa en el cesto de preciosos lactarius, pero de lo que sí estoy seguro es de haber recopilado bastante información útil, y con la intención de sintetizarla se inicia este blog.
Nota: El blog es bilingüe català-castellano.

No hay comentarios: